Llegó la hora de ser Yo
Si intervienes en cada actividad que hace, le estarás enviando el mensaje de que no es capaz de hacer las cosas por sí mismo y crearás en él cierto grado de inseguridad.
Lo mejor es que lo observes y sólo le ayudes si demuestra frustración: llora, frunce el seño, golpea el objeto, etc.
Desarrollo físico y motriz
•Comienza saltar con ambos pies, aunque todavía con cierta dificultad.
•Camina sin ayuda y hasta es capaz de dar vueltas sobre su propio eje.
•Sube las escaleras gateando en vez de hacerlo parado.
•Reconoce y señala las partes gruesas de su cuerpo y cara.
•Se para y agacha con facilidad.
•Puede hacer garabatos con trazos desiguales sobre un papel.
•Continuamente está agarrando cosas, aventando juguetes, corriendo por la casa, en otras palabras, explora el mundo a su manera.
Desarrollo mental
•La ansiedad o temor que siente al separarse de ti o de la persona que lo cuida, está desapareciendo y ahora su actitud se torna rebelde ante las órdenes, pues está buscando afirmar y expresar su independencia.
•De la misma manera que tú le dices “no”, el empezará a hacerlo contigo. Para él decirte “no” significa: “Tengo control sobre mi cuerpo. No tengo por qué estar de acuerdo contigo en todo”.
Desarrollo del lenguaje
•Señala los objetos que desea y empieza a llamarlos por su nombre.
•Aumenta aceleradamente el número de palabras de su vocabulario.
•Dice su nombre, si tú le has enseñado.
Desarrollo emocional y social
•Expresa diversas emociones: enojo, alegría, tristeza, celos, entre otras.
•Es posible que muestre cariño a sus juguetes.
•Saluda y se despide si se lo pides y sin que se sienta presionado.
•Comienza a interactuar con otros niños.
•A medida que crece, se va acostumbrando a utilizar correctamente sus actitudes para conseguir lo que quiere de las personas que lo cuidan.
En la medida que conozcas el desarrollo de tu hijo o hija, podrás ayudarlo(a) a crecer mejor. Conoce tips sobre:
•Nutrición
•Psicología
•Aprendizaje y estimulación